La interleucina 6, una guía completa de por qué es tan importante para la salud
En este artículo vamos a ver qué es la interleucina 6 (IL6) y por qué es tan importante para la salud.
La sobreproducción de IL-6 ha sido descrita como un factor nocivo relacionado con la patogénesis de procesos crónicos, tales como la autoinmunidad, el rechazo de órganos trasplantados, artritis reumatoide y fallo cardíaco congestivo, entre otros.
Distintos estudios señalan que la sobreproducción de interleucina 6 o IL-6 está asociado con diversas enfermedades inflamatorias y autoinmunes, como la artritis, esclerosis múltiple u osteoporosis.
La IL-6 es esencial para la regulación de los procesos inmunes, aunque la sobreproducción de citoquinas lleva a la inflamación y a la enfermedad (como la artritis reumatoide, la enfermedad de Chron...). Como resultado esta citoquina debe ser regulada controlando la duración y la magnitud de la respuesta (Kishimoto, 2006).
Esta citoquina tiene un efecto dual, a ciertos niveles actúa como un mecanismo de defensa, pero en la inflamación crónica actúa como un factor proinflamatorio. Los niveles de IL-6 correlacionan con la severidad de la sepsis y la mortalidad (Hack et al., 1989). Durante la inflamación aguda se reclutan leucocitos, principalmente neutrófilos. Cuando la inflamación se resuelve la población de leucocitos reclutada cambia principalmente de neutrófilos a monocitos. Esta transición es regulada por la IL-6. Otra de las funciones que realiza es la activación y el control de la infiltración de neutrófilos (McLoughlin etal., 2003).
Estos datos muestran que la IL-6 funciona más como una citoquina antiinflamatoria que como proinflamatoria.
¿Qué es la interleucina 6?
La IL-6 es una citoquina pleiotrópica que puede realizar sus funciones de manera endocrina, paracrina o autocrina en diversos tejidos. Está implicada principalmente en la inflamación y en la respuesta a las infecciones, aunque se ha descrito que también tiene un papel importante en la regulación del metabolismo, de la regeneración y de procesos neuronales.
¿Dónde se produce?
La IL-6 es producida y secretada por diversos tipos celulares como lo son monocitos, macrófagos, linfocitos T y B, fibroblastos, células endoteliales, sinoviocitos, células de la glía, adipocitos y células epiteliales intestinales.
En resumen es producida y secretada por células del sistema inmune, como monocitos y macrófagos, pero actualmente se sabe que puede ser producida y secretada por otros tipos celulares. En la última década se ha puesto de relevancia al tejido adiposo y al músculo esquelético como los principales órganos productores y secretores de IL-6 en condiciones no inflamatorias. Diversos estudios muestran que la IL-6 estaría implicada en el control del peso corporal y del metabolismo (particularmente en funciones relacionadas con la insulina)
¿Qué es una citoquina?
En el sentido estricto de la palabra, una citoquina es una molécula producida por una célula y que tiene un efecto en otra, de manera general han sido consideradas como los factores de crecimiento y hormonas del sistema inmunitario y del hematopoyético (Ozaki y Leonard, 2002).
Pese a la complejidad y diversidad existente entre citoquinas, sí que se han podido establecer unas características generales, que, aún existiendo excepciones, ayudan a definir qué factores pueden considerarse citoquinas, diferenciándolos de otros tipos de mediadores solubles como las hormonas. Las citoquinas son proteínas generalmente secretadas, de bajo peso molecular y que son producidas de novo en respuesta a un estímulo inmune y su secreción es un acontecimiento breve.
Propiedades biológicas de las citoquínas IL-6:
- Inducción de las proteínas de la fase aguda
- Estimulación de la hematopolesis
- Activación de células T
- Estimulación de la proliferación y de la diferenciación de células T
- Estimulación de la diferenciación de células B
- Estimulación de la actividad de las células NK
- Regulación de moléculas de adhesión y quimiotaxis
- Regulación de actividad osteoclástica
Algunos estudios:
En 1994 se descubrió que las citoquinas de la familia de las IL-6 utilizan tirosin-quinasas de la familia de las Jano quinasas (JAK) y factores de transcripción de la familia de los transductores de señales y activadores de la transcripción (STAT) como principales mediadores de la transducción de señales (Heinrich et al., 2003; Lutticken et al., 1994; Stahl et al., 1994) una característica que comparten con los interferones y otras familias de citoquinas y factores de crecimiento.
Estudios posteriores han demostrado que estas citoquinas además jugarían un papel en los cambios metabólicos mediados por el ejercicio así como en los cambios metabólicos debidos a la adaptación al entrenamiento del ejercicio. De entre todas las mioquinas que produce el músculo durante la contracción muscular la IL-6 es la más abundante (Febbraio and Pedersen, 2002; Pedersen et al., 2001; Steensberg et al., 2000).
La citoquina IL-6 fue la primera mioquina que se descubrió que se secretaba al torrente sanguíneo en respuesta a la contracción muscular (Pedersen and Febbraio,2008; Steensberg et al., 2002).
Por otra parte estudios funcionales y estructurales sugieren que la IL-6 forma un complejo de señalización hexamérico que contiene dos moléculas de IL-6, dos de IL-6R y dos de gp130 (Boulanger et al., 2003). Uno de los reguladores principales de la señalización de las citoquinas es la existencia de receptores solubles (Scheller et al., 2011). La forma soluble del IL-6R (sIL-6R) se une a la IL-6 con una afinidad comparable a la del IL-6R unido a la membrana (mIL-6R). Este receptor es generado por proteólisis limitada de la forma transmembrana o por splicing alternativo del mRNA del IL-6R.
A diferencia de la mayoría de los receptores solubles de citoquinas y factores de crecimiento, el sIL-6R no sólo se une a su ligando (la IL-6), sino que el complejo de IL-6/sIL-6R también puede unirse y activar la gp130 (Scheller and Rose-John, 2006), la cual se encuentra en la superficie de prácticamente todas las células del organismo. De este modo, aunque la expresión del IL-6R está restringida a unas pocas células, la existencia de la forma soluble permite que células que no expresan el IL-6R respondan a la IL-6. Este mecanismo se conoce como trans-señalización (Assier et al., 2010; Mackiewicz et al.,1992; Peters et al., 1998; Rose-John and Heinrich, 1994)
¿Por que es importante la interleucina 6?
La IL-6 es una señal clave en la transición de la respuesta inicial innata a la infección hacia la respuesta inmune adaptativa y juega un papel importante en la regulación del paso de células T nativas a células supresoras (T reguladoras) oactivadoras (T helper). Se ha descrito que la IL-6 modula el balance entre células Th1 yTh2. Promueve la diferenciación de las células Th2 e inhibe la diferenciación de las células Th1. También bloquea la actividad de las células T reguladoras y promueve el desarrollo de las células T helper 17 (TH17) (Bettelli et al., 2006) que están implicadas en el desarrollo de estados de inflamación crónica y de las enfermedades autoinmunes.
La inflamación es un mecanismo complejo de defensa en el que los leucocitos migran de la vasculatura hacia el tejido dañado para destruir los agentes que potencialmente causan el deterioro del tejido. Además la inflamación aguda es una respuesta limitada beneficiosa, mientras que la inflamación crónica es un fenómeno persistenteque llevará a dañar el tejido. En una situación inflamatoria se producen varias señales, de entre ellas la IL-6 es la que se detecta primero en el suero y es responsable de producir la fiebre y de la respuesta de fase aguda en el hígado (Chai et al., 1996; Kopfet al., 1994).
La principal fuente de producción de IL-6 son los monocitos y los macrófagos durante la inflamación aguda y las células T durante la inflamación crónica.
La IL-6 es la principal estimuladora de la producción de la mayoría de las proteínas de fase aguda en el hígado (Gauldie et al., 1987), que son un set de proteínas plasmáticas con concentraciones que aumentan (proteínas de fase aguda positivas) o disminuyen (proteínas de fase aguda negativas) en situaciones inflamatorias.
El hígado es un órgano muy importante. También produce grandes cantidades de proteínas séricas, entre ellas la albúmina, proteínas de fase aguda y factores de coagulación como el fibrinógeno. Además, es el principal órgano detoxificador del cuerpo y está implicado en la eliminación de xenobióticos por conversión metabólica y excreción biliar y en la conversión de amonio en urea (Meshkani and Adeli, 2009).
Aunque la IL-6 se relaciona a menudo con la inflamación y con estados patológicos, es un factor que también contribuye decisivamente al funcionamiento normal del cerebro. De esta manera, la IL-6 tiene un papel importante en la inducción de la fiebre (Chai et al., 1996; Schobitz et al., 1995), estimula el eje hipotálamo pituitario adrenal (Girotti et al., 2012), está implicada en el comportamiento emocional (Armario et al., 1998; Butterweck et al., 2003), en el dolor (Murphy et al.,1999; Ramer et al., 1998; Zanjani et al., 2006), tiene efectos en el comportamiento del sueño y la vigilia (Morrow and Opp, 2005) y en el aprendizaje y la memoria (Balschun, 2004; Heyser et al., 1997).
IL-6 y su papel en el sistema inmune
El sistema inmune es esencial para la supervivencia; reconoce y elimina virus, bacterias y otros patógenos. En este contexto, la primera función descubierta de la IL-6 fue es la diferenciación de las células B en células secretoras de anticuerpos (Muraguchi et al., 1981). En 1994 se mostró que ratones deficientes en IL-6, aunque se desarrollan con normalidad, muestran una respuesta alterada a las infecciones, con defectos severos en la producción de anticuerpos regulada por células T y la abolición de la respuesta de fase aguda orquestada en el hígado tras la infección y el trauma (Kopf et al., 1994).
La vía de señalización de la IL-6 ayuda a promover y coordinar las actividades pro inflamatorias de las células de todo el organismo, y contribuye al aumento de la supervivencia y proliferación de las células inmunitarias, la producción de anticuerpos por los linfocitos B, y al cambio de la función metabólica al alterar el uso de los lípidos y la glucosa. A través de estas y otras funciones, la IL-6 también ayuda a propiciar la inflamación crónica al estimular y facilitar las interacciones entre el sistema inmunitario innato y el adaptativo. En los lugares de infección o lesión, primero los neutrófilos y otras células infiltrantes del sistema inmunitario innato liberan la IL-6, así como las células endoteliales adyacentes, la cual estimula a estos tipos de células para que lleven a cabo sus respectivas funciones.
Efecto concentración elevada IL6
La IL-6 a unos niveles permanentemente elevados puede desempeñar un papel clave en la alteración de la homeostasis en distintos procesos fisiológicos, lo que puede contribuir a la aparición de los procesos patológicos que se observan en enfermedades inflamatorias crónicas y autoinmunes como la artritis reumatoide.
La elevación prolongada de la IL-6 en suero puede tener efectos de largo alcance. Además de los efectos inflamatorios, los niveles elevados de IL-6 también puede afectar al metabolismo (lípidos, glucosa), la hematopoyesis, el sistema nervioso central y la respuesta inmunitaria.
En la artritis reumatoide, los niveles elevados de IL-6 se han asociado a la actividad de la enfermedad, la destrucción articular y la manifestaciones sistémicas, y puede contribuir a la fatiga, la anemia, la osteoporosis y la enfermedad cardiovascular.
Efecto de baja concentración de IL-6
Una disminución de los niveles de la IL-6 se asocia con una defensa deficiente frente a diversos patógenos.
Funciones de la IL-6
En el sistema inmune:
Actúa como factor de diferenciación de células B en células productoras de anticuerpos (Muraguchi et al., 1981).
Induce la diferenciación de neutrófilos y participa en la transición de la respuesta inmune innata a la respuesta inmune adaptativa(Xing et al., 1998)
Regula la diferenciación de las células Th17(Bettelli et al., 2006).
Actúa como factor de crecimiento de células de mieloma y plasmacitoma(Bataille et al., 1989).
En el músculo esquelético:
Incrementa la captación de glucosa y la expresión del transportador GLUT4(Carey et al., 2006).
Incrementa la oxidación de ácidos grasos (Carey et al., 2006).
Activa la lipólisis(Al-Khalili et al., 2006 ).
Aumenta los niveles de la AMPK(Al-Khalili et al., 2006; Carey et al., 2006; Kahnet al., 2005).
En el tejido adiposo:
Incrementa la lipólisis (Trujillo et al., 2004).
Incrementa la secreción de ácidos grasos(van Hall et al., 2003).
Disminuye la actividad de la LPL (Trujillo et al., 2004).
Aumenta la secreción de leptina y reduce la secreción de adiponectina (Trujilloet al., 2004).
Incrementa la oxidación de ácidos grasos (van Hall et al., 2003).
Induce la infiltración de macrófagos en el WAT (Weisberg et al., 2003).
Induce a la resistencia a la insulina(Lagathu et al., 2003; Rotter et al., 2003).
En el sistema nervioso central:
Participa en la neuroinflamación aumentando la astrogliosis y la microgliosis(Balasingam et al., 1994; Woiciechowsky et al., 2004).
Induce la diferenciación de neuronas(Cao et al., 2006; Hirota et al., 1996; Zhang et al., 2007).
Participa en la astrogliogénesis y la neurogénesis(Kang and Kang, 2008; Nakanishi et al., 2007; Vallieres et al., 2002).
Promueve la supervivencia de varios tipos neuronales(Marz et al., 1998; Murphy et al., 2000; Schafer et al., 1999; Thier et al., 1999; Valerio et al.,2002; von Coelln et al., 1995).
Participa en la inducción de la fiebre (Chai et al., 1996; Schobitz et al., 1995).
Está implicada en el comportamiento emocional (Armario et al., 1998; Butterweck et al., 2003).
Activa el eje HPA(Girotti et al., 2012).
Participa en el dolor (Murphy et al., 1999; Ramer et al., 1998).
Participa en la regulación del ciclo del sueño y la vigilia (Morrow and Opp, 2005).
Participa en el aprendizaje y la memoria (Balschun et al., 2004; Heyser et al.,1997).
Participa en el control de la homeostasis energética (Hidalgo et al., 2010; Li et al., 2002; Wallenius et al., 2002a).
En el páncreas:
Promueve la proliferación de células α (Ellingsgaard et al., 2008).
Regula la expresión y la secreción de glucagón (Ellingsgaard et al., 2008).
En el hígado:
Promueve la regeneración hepática (Cressman et al., 1996).
Induce la síntesis de proteínas de fase aguda (Fattori et al., 1994; Xing et al.,1998).
Aumenta la producción de glucosa hepática durante el ejercicio (Keller et al. 2001).
Disminuye la expresión de G6pasa (Inoue et al., 2006; Franckhauser et al.,2008).
Inhibe la síntesis de glucógeno (Senn et al., 2002).
Aumenta la secreción de triglicéridos (Fasshauer and Paschke, 2003; Hong et al.,2004).
Inhibe la señalización de la insulina y aumenta el riesgo de desarrollar resistencia a la insulina (Senn et al., 2002)
Patologías asociadas
- Anemia (vía producción de hepcidina)
- Enfermedad cardiovascular
- Desregulación del metabolismo lipídico
- Diabetes
- Polimorfismo
- Hipertensión arterial
- Obesidad
- Desregulación del eje hipotálamo-hipofisiario (fatiga, depresión y trastornos del sueño)
- Artritis
- Esclerosis múltiple
- Osteoporosis
- Enfermedad de Crohn
IL-6 en la artritis reumatoide
La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad autoinmune, progresiva y crónica que se caracteriza por presentar manifestaciones articulares y sistémicas debilitantes. Las manifestaciones articulares incluyen dolor, articulaciones hipersensibles e inflamadas, y rigidez matutina. Aunque el curso de la enfermedad varía entre los pacientes, la AR conduce a una destrucción progresiva de las articulaciones y a una pérdida funcional en la mayoría de los casos, pudiendo derivar en una discapacidad física.
Las manifestaciones sistémicas pueden incluir anemia, fatiga, osteoporosis, enfermedad cardiovascular (ECV), nódulos reumatoides y vasculitis. Dichas manifestaciones pueden influir negativamente en el pronóstico y la supervivencia de los pacientes con AR.
Se ha comprobado que la AR y otras enfermedades inflamatorias son consecuencia de la actividad de una red compleja de citocinas, incluidos el factor de necrosis tumoral, las interleucinas y los interferones. La IL-6 es una citocina multifuncional que realiza numerosas y diversas funciones, incluidas las funciones proinflamatorias vitales como respuesta a una infección o lesión.
Ingredientes beneficiosos:
El futuro de la alimentación juega un papel muy importante a la hora de combatir enfermedades causadas por la interleucina 6.
Para ello debemos realizar un cambio en nuestra alimentación, el cual será de gran ayuda y a su vez complementará la terapia de los efectos causadas por el IL-6.
Introducir ingredientes que contribuyan a desinflamar las áreas afectadas es de suma importancia para poder lograr regular esta citoquina esencial para nuestra salud.
Uno de los ingredientes más relevantes es la membrana de cascara de huevo, por esto hemos desarrollado Eggsell Membrane ESM que favorece la reducción de la inflamación de la interleucina 6 según este estudio de la UCAM.
Nuestro producto ESM es un ingrediente 100% natural elaborado a base de membrana interna de cáscara de huevo.
Algunos de sus beneficios incluyen:
- Mejora de la flexibilidad articular
- Disminución de la rigidez articular
- Disminución de dolor articular
- Fortalecimiento de las articulaciones
- Nutre el cartílago articular
- Mejora de calidad de vida
- Producto 100% natural y sin efectos secundarios
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- Efectos positivos desde el primer mes de tratamiento
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También hay que tener en cuenta que ESM es el ingrediente ideal para aplicaciones nutricionales tanto en alimentos como en complementos alimenticios y suplementos nutricionales.
Algunas de sus aplicaciones son:
- Prevenir y combatir los signos de envejecimiento articular
- Procesos inflamatorios de las articulaciones
- Procesos degenerativos osteoarticulares
- Regenerador de tejidos conectivos
Conclusión:
La interleucina 6 es una citocina con muchas funciones biológicas. Algunas son proinflamatorias mientras que otras son antiinflamatorias.
Se encuentra implicada en la fisiopatología de diferentes enfermedades autoinmunes y en otras condiciones como la ateroesclerosis y la osteoporosis.
Se han descifrado en gran medida sus mecanismos de acción y de transducciones de señales, lo cual ha facilitado el desarrollo de fármacos con la capacidad de inhibir sus funciones. Estudios clínicos recientes han puesto de manifiesto que el bloqueo de las acciones de esta citocina puede ser muy beneficioso, particularmente en pacientes que sufren de AR así como en otras enfermedades se ha demostrado que la interleucina 6 puede jugar un papel muy importante.
Aunque la red de las vías que regulan las homeostasis enérgica no se conoce del todo, lo que hasta la fecha se conoce, nos permite apreciar la diversidad de funciones en las que participa la célula adiposa encaminada de la mano de la IL-6.